El grave problema de muchas empresas al momento de vender es que no les importa el cliente, como deberían de hacerlo. Su único fin es el dinero, sin darse cuenta que difícilmente lo van a conseguir si no se centran en el cliente.
El cliente lo quiere todo perfecto y sencillo y si tú no puedes dárselo de esa manera entonces va a buscar otro lugar donde sí puedan proporcionárselo.
El éxito y fracaso de tus negocios depende de ti, de tus acciones, del interés de tu parte hacia tus clientes y de lo que decides o no hacer. Eso es lo que muchos empresarios aún no entienden, actúan y siguen actuando de forma errada y al final buscan a los culpables donde no están.
Estas son algunas de las razones por las que probablemente tu negocio no está vendiendo:
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No haber determinado a tiempo las necesidades que busca satisfacer.
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La persona responsable de vender, no se siente vendedor.
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Le parece costoso el precio del producto que está vendiendo.
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Creerse el mejor por tener conocimiento, talento y herramientas. Pero carecer de vocación desinteresada de servicio.
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No generar confianza.
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Cree que la empresa está perjudicando a sus clientes y que lo único que le importa a esta es vender.
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Cree que vender es una actividad un poco engañosa.
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No cree que el hecho de hacer un contacto con alguien sea una oportunidad de negocio.
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No conoce como debería el producto que está ofreciendo y no está convencido de la calidad de este.
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Tiene mala actitud hacia el rol de vender.
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No sabe cómo hacer para buscar clientes prospectos.
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Causar malas experiencias.
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Tu mensaje no llega, lo que dices no alcanza a llamar la atención de las personas. Esto puede indicarte que el público al que te diriges, no es el adecuado.
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No marcar la diferencia. Para el cliente muchas empresas son iguales, debes ser capaz de crear algo que te haga único.
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